OLIMPIADAS Y LITERATURA II
Es
tan poco frecuente encontrar un atleta argentino en las olimpiadas de Londres
2012 [o Río 2016)] como encontrar hoy un libro de Nalé Roxlo o de Baldomero
Fernández Moreno. No tengo la respuesta a esto (que haya pocos atletas) pero
pienso que más allá del financiamiento o no, de planes a largo plazo, todo debe
comenzar con la educación primaria y secundaria. Es allí donde, me parece, se
fomenta el gusto por el atletismo, pero es muy raro ver en nuestras escuelas
chicos practicando lanzamientos, saltos o carreras, y también es muy raro que
docentes se ocupen de estas disciplinas. Cada vez que veo en una clase de
educación física que están jugando al fútbol me da un ataque de urticaria.

El boxeo
como disciplina olímpica se inició en 1904, y hasta el momento es una de los
pocos deportes amateurs que quedan en los juegos. Hubo grandes campeones olímpicos, quizás el
más recordado sea el inimitable Cassius Clay. No tengo dudas que “Rey del ring”
de Norman Mailer tiene como referente a Clay en este pasaje: “Jugaba con los puñetazos, los propinaba
tiernamente, los ponía con tanta delicadeza como se
pone un sello en un sobre, y después propinaba un puñetazo que restallaba como
un latigazo en la cara, y lanzaba un jab cruel que golpeaba como un trancazo en
la boca, y luego, como en un vals, obligaba al contrincante a entrar en cuerpo
a cuerpo …, para apartarse como en un vuelo, aladas las piernas, y, al hacerlo,
clavar un gancho, con balanceo del cuerpo, en las costillas, y machacar el
rostro con jabs, y lanzar una suave y burlona lluvia de golpes…”. Seguramente vos recordarás un cuento
extraordinario de Cortázar sobre los últimos días del boxeador Justo Suárez, “el
torito de Mataderos”, aunque este no participó de ningún juego olímpico.
La esgrima es uno de los deportes que siempre han
estado presentes en los juegos olímpicos de la era moderna. Impresiona la
velocidad de reflejos de quienes florete o espada en mano tratan de tocar el
cuerpo del contrincante. Hoy parecen robots blancos con luces y envueltos en
cables. Literatura y esgrima tienen una larga tradición que se remonta a la
novela romántica y llega hasta la actualidad, de ese recorrido podemos destacar
algunas novelas de Dumas, como “Los tres mosqueteros” o la de Pérez Reverte,
“El maestro de esgrima”.
Comentarios
Publicar un comentario
Comentá acá.