MUJERES Y ESCRITURA IX
El Romanticismo (entiéndase siglo XIX, el único romanticismo que existe) marcó el inicio de la profesión de escritor, un trabajo que antes se hacía paralelo a otros oficios. La escuela romántica vuelve a la idealización de la mujer y con ello a construir determinados tipos literarios que por supuesto poco tienen que ver con la mujer de carne y hueso. Sin embargo las condiciones de producción y ciertas porosidades sociales hacen que un gran número de mujeres escriban y publiquen sus obras, aunque salvo raras excepciones, casi siempre bajo la mirada tutelar de los hombres (un marido, un amante, un editor enamorado, un padre influyente, etc.). Claro, excepciones hubo de quienes usaron de enaguas las convenciones sociales de la época, y aquí no puedo no mencionar a una verdadera precursora de hacer “lo que se le cante”: George Sand . Alguna vez ella misma confesó en su retiro campesino de Nohant no recordar el número de amantes, pero la historia recuerda a dos de los más famosos: