MUTIS POR EL FORO
Si es cierto que el teatro es una representación de la vida, hay determinados elementos del teatro que bien pueden servir como metáforas de situaciones, vivencias de la cotidianeidad. La expresión que da título a esta columna es teatral, y significa que un personaje desaparece del escenario, se va en silencio por el foro. Esta frase como expresión figurada tiene diversos significados, entre ellos el de desaparecer de la escena de la vida, morirse; pero la podemos aplicar en otros contextos no tan dramáticos. ¿Quién no ha hecho mutis por el foro en la vida de la persona que alguna vez amamos? ¿quién no ha hecho mutis por el foro de un trabajo que padecíamos? ¿quién no se ha ido en silencio de un lugar y de las personas que habitaban ese lugar? Y desde una zona intimista podemos preguntarnos ¿en qué momento hizo mutis por el foro nuestra infancia, nuestra juventud? ¿Cuándo dejaron la escena algunos amigos, algunos amores?
Te preguntarás lector, lectora, en qué parará esta parrafada. Pues bien, en el intento de rescatar algunos oficios, algunas formas de vida que lentamente se perdieron o van desapareciendo.
Seguramente en tu ciudad, en tu pueblo todavía existe la mercería, con sus innumerables cajoncitos llenos de botones y la vitrina de vidrio con cierres, lanas, retazos, y una mujer que trajinó su vida entre esas estanterías y se empecina en seguir, porque sabe que cuando ya no esté, su comercio desaparecerá. Contados son los otrora innumerables almacenes de ramos generales con sus altas fachadas y su olor característico, resultado de la mezcla heterogénea de tantos productos.
Apenas quedan sastres, aquellos señores siempre circunspectos y con el centímetro en sus hombros, que nos hacían la ropa a medida. El herrero y su fragua, un oficio esencial durante siglos, ya son una estampa del pasado. No hace tanto, algunas escuelas secundarias otorgaban el título de técnico linotipista. Es hoy un oficio extinguido y muchos de aquellos linotipistas, verdaderos orfebres, recuerdan la ardua tarea del armado de las páginas para que el diario o revista saliera justo a tiempo. Y ya que estamos con la escritura seguramente recordarán las academias de mecanografía, verdadera sala de tortura para aprender a utilizar los dedos con las teclas correspondientes, ¡y pensar que pagábamos por ello!
Hay comercios que hoy ya comienzan a sufrir la lenta despedida de la escena, por ejemplo las disquerías, esas casas donde comprábamos los long plays, los casetes, y ahora los discos compactos y dvd; también las casas de fotografías, se han transformado en imprentas digitales. Algunos oficios desaparecerán con el tiempo, es posible que el quiosco de revistas tenga ya fecha de vencimiento con el auge de las publicaciones electrónicas y la voz del canillita se pierda en las mañanas del tiempo.
Mutis por el foro hacen hoy las viejas rondas y canciones infantiles que durante siglos los niños y niñas del mundo usaron en sus juegos. El aislamiento, los juegos electrónicos, la televisión hace que lentamente ese tesoro se pierda.
Mutis por el foro ¡tantas cosas!, pero siempre la escena está ocupada, algo nuevo entra en el escenario y algo se despide. Quizás tengan razón los que dicen que el teatro se asemeja bastante a la vida.
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