EDITORES
Todos los editores son geminianos. Tienen siempre dos caras ante los escritores. Por eso vas a escuchar hablar de la misma persona como si fuese un verdadero Rasputín de la corte libresca, o bien como
Carlos Barral fue una figura relevante en el panorama literario español, no sólo como poeta y escritor, sino, sobre todo, como editor de la empresa familiar “Seix-Barral”; en ella dio a conocer nada menos que a Juan Marsé, Mario Vargas Llosa, Alfredo Bryce Echenique, Guillermo Cabrera Infante y tantos más. Otro editor de leyenda es Jorge Herralde, el fundador de la exquisita editorial “Anagrama”, en cuyo catálogo aparecieron en lengua española Martin Amis, IanMcEwan, Patricia Highsmith, Guy Debord, John Kennedy Toole o Bret Easton Ellis; allí publicaron y publican los españoles Álvaro Pombo, Enrique Vila-Matas, Javier Marías, Luis Goytisolo,y los hispanoamericanos como Sergio Pitol, Roberto Bolaño o Alan Pauls.
Esos que te nombré son una especie de figuras del Olimpo; pero se hace necesario bajar a la tierra y destacar, sobre todo en provincias, que hay pequeños editores que ponen mucha pasión y energía en lo que hacen y editan con muy pocos medios y casi en forma artesanal a muchos escritores que juzgan valiosos y quieren que el público conozca su obra a la par que van armando un catálogo serio y de calidad. En la región y sus cercanías mi memoria destaca a algunos emprendimientos vigentes y otros que ya no están, pero que su labor no pasó inadvertida, como por ejemplo la editorial “Limón”, “Ediciones con doble zeta”, “Cartonerita solar”, “Ediciones Vigilias”, “El camarote ediciones”, “13s tilos”(digital), “Vela al viento”, “Tela de rayón”, “Ediciones Caleuche”…
Hay casos peores como las ediciones piratas. Si lo sabrá Cervantes que ante el descomunal éxito de su Quijote, apenas vio los maravedíes de Juan de la Cuesta, su editor; pero el libro se editó por toda Europa y a él, ni la propina. Ante el éxito de muchas novelas del “boom latinoamericano”, era común en las décadas del sesenta y setenta, encontrar ediciones piratas de Vargas Llosa, Cortázar, Onetti, Rulfo, García Márquez y Fuentes. Pero la edición ilegal no se ha detenido, hace unos años en plena Bogotá se ofrecían ediciones piratas de “Cien años de Soledad” y en abril de 2013, en Córdoba, Vargas Llosa se negó a firmar una edición de su primera novela al detectar que era ilegal.
Y hay más…aunque por hoy ya no.
Comentarios
Publicar un comentario
Comentá acá.