CLASIFICADOS

Los lectores de la sección de clasificados de los diarios son un tipo especial de lectores que podemos denominar utilitarios, buscan la sección que les interesa y generalmente no leen el resto del suplemento, ése es sin dudas la parte más pragmática de los periódicos.

Pero uno que no tiene nada para comprar ni para vender, uno lo lee por amor al arte y se encuentra con innumerables sorpresas que dicen mucho de determinados sectores comerciales o empresarios de nuestra sociedad y de las agencias de publicidad; sorpresas referidas a lo idiomático que tienen más que ver con la ignorancia y el cholulismo.

Es evidente que la publicidad más creativa de los diarios regionales se la lleva el sector automotriz, con avisos que hacen gala de un lenguaje informal que pretende una cercanía con el lector, ya que utilizan constantemente el voseo argentino y tenemos enunciados como: “vení, acercáte a tu 0 km”.

En cuanto a la ortografía, la publicidad en muchos casos omite una regla elemental: los signos de interrogación(¿?) y exclamación(¡!) en nuestro idioma se abren también no sólo se cierran.

Sigamos con nuestra lectura, imaginemos que tengo a mi lado una muchacha búlgara, estudiante de español, que se interesa por los avisos del mercado inmobiliario. Primero la chica no entenderá nada, supondrá que es una parte del suplemento que se vende en Estados Unidos y buscará palabras como Houston, Los Ángeles, Chicago, Nueva York; pero nada de eso encontrará, en su lugar aparecen palabras como Manzanero, El Rincón de Otilia, Bahía Durazno, etc. Y uno debe explicarle que nuestra moneda es el peso argentino, y que si todo está en dólares es posible que la gente de las inmobiliarias siempre haya tenido el sueño de vivir en el gran país del norte; o bien nos han visto flojos en multiplicación y nos quieren obligar a practicar la tabla del tres.

Pasamos a la sección en la que se requieren distintos tipos de empleos. Aquí el prestigio de las empresas va de la mano con lo rimbombante del cargo solicitado. Hay una máxima que sobrevuela toda la sección: hay que parecer, más que ser. Así los bancos ya no piden un empleado administrativo-contable, sino “oficiales de negocios” nombre genérico que no se sabe bien qué quiere decir y en el que entran un sin número de tareas. Ahora solicitar un vendedor a secas no entra en los perfiles de las empresas, hoy se piden para la misma tarea “agentes, ejecutivos en venta o comerciales”, que suena mucho más prestigioso.

Además está el detalle menor de los requisitos casi siempre en letra más chica. Cuando es atención al público solicitan una mezcla de la Madre Teresa con Angelina Jolie en el caso de mujeres y una especie de Antonio Banderas cruza con Bill Gates en los hombres. En cuanto a experiencia previa, algunos avisos piden por poco práctica en alunizaje. Además está el dichoso “perfil” de la empresa, una especie de molde en el que debe entrar el solicitante. El “perfil” es como Dios, todos hablan de él, pero nadie lo define.

(Esta columna no fue autorizada para la publicación en el diario)



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