MUJERES Y ESCRITURA IV



Ya en el mundo romano-cristiano no deja de sorprender una figura egregia, única, que concentró gran parte del conocimiento elaborado por siglos en regiones tan dispares como Persia, la India, Grecia, Egipto, su nombre es Hipatia y quizás haya sido una de las mujeres más brillantes de la historia del conocimiento.
Hipatia nació en el siglo IV d.C. en la ciudad de Alejandría. Era hija de un gran matemático y astrónomo, quien le inculcó el amor por estas ciencias; pero Hipatia también amaba la filosofía, la pedagogía, la música y todo el saber de su tiempo. Su academia fue un culto a la sabiduría por encima de cualquier sectarismo. Eso era peligroso en la Alejandría que le tocó vivir, además Hipatia era pagana (pese a que muchos de sus amigos le pidieron que se convirtiera al cristianismo por su seguridad, ella se negó rotundamente), y debido a su influencia política e intelectual, además de ser mujer, era la excusa perfecta para ser blanco del fanatismo religioso cristiano. Así en marzo del 415 un grupo de monjes exaltados fue hasta su casa, la capturaron, golpearon, la arrastraron por toda la ciudad y luego la cortaron hasta que se desangró. No contentos con esto descuartizaron y quemaron su cuerpo. El crimen nunca se aclaró y sus escritos desaparecieron con la esperanza de que su figura fuera borrada de la historia; sin embargo su estatura intelectual era demasiado imponente y sólida para poder derribarla. Se sabe que inventó un aparato para destilar el agua, un hidrómetro graduado para medir la densidad de los líquidos y un artefacto para medir el nivel del agua; se sabe de diversos tratados astronómicos y matemáticos; se sabe de sus reflexiones filosóficas siguiendo las enseñanzas de Platón, todo esto gracias a sus discípulos que la amaban e idolatraban.
Hubo otras mujeres que se destacaron en el declinante imperio Romano, así tenemos el caso de Vibia Perpetua (s. III d. C) quien fue encarcelada y condenada por convertirse al cristianismo. Algunos creen que murió en la arena del circo, víctima de las fieras, otros dicen que fue decapitada. Su aporte a la historia de la escritura es significativo, ya que cuando estaba en la cárcel escribió sus vivencias en un diario, que algunos juzgan  como el inicio de la primera persona narrativa. Aquí te dejo un fragmento de su escrito: "Todos los que fueron juzgados antes de mí confesaron la fe. Cuando me llegó el turno, mi padre se aproximó con mi hijo en brazos y, haciéndome bajar de la plataforma, me suplicó: ´Apiádate de tu hijo´. El presidente Hilariano se unió a los ruegos de mi padre, diciéndome: ´Apiádate de las canas de tu padre y de la tierna infancia de tu hijo. Ofrece sacrificios por la prosperidad de los emperadores´. Yo respondí: ¡No! ´¿Eres cristiana?´, me preguntó Hilariano. Yo contesté: "Sí, soy cristiana”.
Algunos consideran a Faltonia Betitia Proba (s. IV) una matrona de la nobleza romana, como la primera poeta cristiana. Nos ha llegado completa su obra “Carmen sacrum” de 694 versos, en ellos relata episodios del antiguo y nuevo testamento.
Y para finalizar te menciono a Egeria (finales del s. IV) quien se supone fue una
religiosa española, algunos la consideran la primera mujer peregrina a Jerusalén. Ella hizo un diario de viaje que ayuda a conocer cómo era el cristianismo en Medio Oriente. Este diario de viaje es conocido como  Peregrinación” o “Itinerario”, al que le falta el comienzo y el final; el resto narra sus aventuras por los diferentes sitios por los que pasó y las personas que conoció, con minuciosos y sabrosos detalles, especialmente en la descripción de costumbres y ceremonias.

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