WALSH
En pocos hombres hay esa atildada coherencia íntima entre lo público y lo privado como en Rodolfo Walsh. La vida y la obra de Walsh están caracterizadas por una permanente tensión entre la realidad y la ficción, entre el periodismo y la literatura, entre la escritura y la acción. En estas tensiones oscila la vida del autor de "Variaciones en rojo", tensiones que al final de su vida logran una asombrosa conciliación.
De ascendencia irlandesa, nacido en el último remanso del Río Negro, en la isla de Choele Choel; Walsh permanecerá allí hasta los cinco años, luego junto a su familia peregrinará por diferentes lugares de la provincia de Buenos Aires hasta que ya adolescente comienza a trabajar en una editorial. A partir de ese momento Walsh quedará ligado para siempre al mundo de la escritura.
En ese mundo desempeñó diversos oficios, corrector primero, traductor, antólogo y finalmente narrador, narrador siempre, en la literatura o en el periodismo, aunque en el caso de Walsh esa frontera es una ilusión.
El encuentro con algunos sobrevivientes de los fusilamientos clandestinos llevados a cabo por la "Revolución Libertadora", es contado en un libro único hasta ese momento en las letras argentinas: "Operación Masacre". Narrado utilizando todos los elementos de la investigación periodística y unido a procedimientos propiamente literarios el resultado es un género híbrido que cuestiona las categorías de ficción y verdad, de periodismo y literatura. "Operación Masacre" es el primer relato de ese género que los críticos estadounidenses denominaron "Non Ficcion" y que le atribuyen la invención, no a este escritor de las pampas argentinas, sino a Truman Capote por "A sangre fría", escrito cinco años después.
Más allá de la anécdota, el género inaugurado por Walsh refleja dos constantes en su narrativa y en su vida: la verdad y la justicia. Los relatos testimoniales de Walsh: "Operación Masacre", "¿Quién mató a Rosendo?" y "El caso Satanowsky" descubren una verdad sorprendente: el estado es el culpable y revelan la imposibilidad de ese estado de hacer justicia.
Las elecciones narrativas de Walsh van en esa dirección: el relato testimonial, el periodismo, el cuento policial. Los tres géneros persiguen una verdad y plantean la necesidad de la justicia.
No es de extrañar su posición política en contra del estado autoritario. Apoyó la Revolución Cubana, en la isla fue uno de los fundadores de Prensa Latina; además pocos saben que debido a sus conocimientos de criptografía descubrió con anticipación la invasión a Bahía Cochinos instrumentada por la CIA.
En los 70' milita activamente en Montoneros, y se aleja de la literatura, ahora sólo escribe textos políticos o periodísticos. Rescato dos de ellos, la conmovedora “Carta a mis amigos” sobre la muerte de su hija Vicki en un combate con las fuerzas armadas; y en especial la “Carta abierta de un escritor a la Junta Militar”, que terminó de escribir el 24 de marzo de 1977, el día anterior al de su muerte.
Ese día cae acribillado en una emboscada en plena calle y su cadáver es trasladado a la ESMA. De ahí en más nada se sabe. Tenía 50 años.

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