VIAJES ARGENTINOS

Hay una vieja frase que habla de que el origen de los argentinos es viajero. "Los argentinos vienen de los barcos". Como toda generalización es errónea, pero la historia de los hombres de letras en nuestro país está muy relacionada al viaje.

Los letrados del siglo XIX, generalmente escritores y políticos al mismo tiempo viajaban ya sea por placer, por trabajo o por exilio. No es el propósito comentar hoy la gran cantidad de diarios de viaje de la Generación del 80', ni los viajes de placer a Europa de la oligarquía ganadera de comienzos del XX.

Seguimos en la ficción, tiempo habrá para dedicar un espacio a los libros o diarios de viaje. Viaja Martín Fierro buscando un nuevo lugar en el mundo junto a los indios, ya que siente que la "civilización" lo acorrala y lo agrede.

Viaja ese auténtico dandy de la vida, que es Lucio V. Mansilla en "Una excursión a los indios ranqueles", libro por demás inclasificable lo mismo que el "Facundo" de ese otro gran viajero que fue Sarmiento.

Viaja Don Ramiro de la mano de Enrique Larreta por los caminos de España y los de América buscando la gloria que quizás encuentre en las plegarias de Santa Rosa de Lima.

Horacio Quiroga va desde París a Misiones y en muchos de sus cuentos el motivo del viaje es estructurante; para recordar y admirar es "A la deriva", ese hombre que viaja agonizante por la mordedura de una víbora en un bote camino de la muerte.

Viaja Martín por las cloacas de Buenos Aires, y al final el sur se presenta como la esperanza de una nueva vida en esa novela caótica, desmesurada y extraña que es "Sobre héroes y tumbas".

Edmund Ziller viaja por el nuevo mundo y lo sorprenden las más variadas aventuras, también su viaje es en el tiempo y todo eso nos lo contará Pedro Orgambide, escritor poco tenido en cuenta a la hora de hablar de literatura argentina, y que en el momento de escribirse esta columna nos enterábamos de su deceso; vaya mi gratitud por tantas buenas horas en compañía de sus cuentos o novelas, como es el caso de "Hacer la América", quizá una de las mejores historias sobre la inmigración en nuestro país, y por supuesto el motivo esencial en ella es el viaje.

Poblada de viajeros casi sin rumbo, tristes y fracasados es la literatura de Osvaldo Soriano, en "Una sombra ya pronto serás" el escenario es la ruta, allí el experto en informática se encontrará con los más variados personajes que también viajan, de antología es ese Coluccini y su destartalado Renault

Y para concluir menciono ese extraño relato de Fogwill denominado "La buena nueva de los libros del caminante" en el que cuenta las peripecias vividas por un joven de Quilmes que sale a recorrer a pie el mundo.

Y también "Siete de Oro", la novela de Dal Masetto, cuyo protagonista emprende un viaje hacia el sur, que será en el fondo un viaje de aprendizaje y fiel retrato de toda una generación.

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